HÉROES ENTRE NOSOTROS...

Recordarán que en nuestro país, recientemente, ocurrió un milagro… Tatiana necesitaba urgentemente un corazón que latiera en su cuerpito para seguir viviendo… Me emocioné tanto cuando supe que Carolina (†) como una última voluntad con un movimiento voluntario – tal vez – comunicó a su madre que deseaba donar su corazón para que otra niña siguiera viviendo…
Me emocioné al punto de dejar caer unas lágrimas, lágrimas que más que nada expresaban mi pesadumbre por ese dramático suceso… Una intensa incertidumbre invadió mi alma, yo no podía entender cómo la Divina Providencia sometió a tan dura prueba a Tatiana al punto de que la muerte de otro ser humano era el único remedio para que ella siguiera viviendo.
Y me conmovió profundamente el dolor de esa madre que aparte de soportar la pérdida del ser a quien amaba más, tuvo que sobrellevar el peso de saber que un minúsculo órgano de ese ser tan especial era imprescindible para que otra pequeña siguiera viviendo y más aún eso no se borra, esa madre vivirá por siempre con eso, porque eso nunca se borrará…
Y nosotros, por qué esperamos que Dios nos envié una señal, que nos muestre un milagro? Ese fue un milagro! Un milagro de Dios, que una pequeña dejara de sufrir y otra siguiera viviendo…
Y por qué estamos esperando un héroe que nos saque de nuestras miserias? Los HÉROES ESTÁN ENTRE NOSOTROS… Carolina (†) es una pequeña heroína y su madre es una gran heroína… por su coraje, por su valentía, por su infinita generosidad hasta el punto de dar una parte de sí para salvar otra vida…
Y por qué estamos esperando un héroe? Si ahora también tenemos el testimonio de vida de Mía Valentina quien con sus pocos nueve meses ha soportado nueve anestesias generales y seis intervenciones y aún sigue con ganas de vivir…
Y qué estamos haciendo nosotros por los demás? Y nuestro sentido de humanidad?...
Les invito a que hagamos un pequeño esfuerzo y cada noche y cada mañana demos gracias a Dios (sea cual fuere la imagen que tenemos de Él) por todo lo bueno que tenemos; recordemos en nuestras oraciones a Carolina (†) para que esté compartiendo con Dios la Gloria en el Edén, por su madre para que Dios la reconforte, para que encuentre resignación y paz para su alma; y especialmente, elevemos votos por Mía Valentina para que ella también con ayuda de nuestra fe y la solidaridad de todos pueda dar testimonio del milagro que Dios obró en su vida durante muchos años más…
Para conocer más sobre Mía Valentina, visitá http://www.miavalentina.com/ e infórmate de que otra manera puedes ayudar. Una pequeña espera un milagro que entre todos y con la bendición de Dios se puede lograr!